Una pesca tradicional
Porque su captura es respetuosa con el medio ambiente
La pesca del bonito del norte por parte de la flota gallega se realiza desde hace siglos por el método del curricán (pesca con anzuelo), aunque en ocasiones también se utiliza el cebo vivo. Estas dos artes utilizan la caña y el anzuelo y el bonito del norte se pesca uno a uno, lo que permite una pesca selectiva que contribuye al mantenimiento de la especie y a evitar la captura accidental de otros ejemplares. Cada pieza de bonito llega a nuestros mercados con la máxima frescura.
Curricán: los atuneros despliegan largas “perchas” con anzuelos por los dos lados (suelen ser pequeños pulpos de plástico). Los atunes siguen la estela de los cebos camuflados y muerden el anzuelo. Son izados a bordo a mano o con carretes uno a uno.
Cebo vivo: los barcos pescan primero la anchoa o el verdel que utilizarán como cebo y lo mantienen vivo en las embarcaciones. Después de localizar chorros de agua para que parezca que “hierve” por la cantidad de anchoa. Los bonitos, atraídos, suben a la superficie y se lanzan sobre los peces vivos o metidos en el anzuelo. La extracción con caña se realiza igualmente uno a uno.